Vuelvo a las andadas
Hace tiempo que no escribo en este blog y ya nadie lo lee.
Pero hoy me he dado cuenta de que la intencionalidad es la de contar cosas que por pura cohibición no puedo contar.
Tengo novia desde hace tres años y soy feliz, pero hay varias fantasías que no puedo contarle porque son fantasías que no le puedes contar a tu ovia.
Una de ellas es Maria. María es una chica con la que me lié hace ya varios años. No la conocía de nada, una amiga me la presentó y me lié con ella.
Hasta ahí muy bien.
Salvo que luego descubrí que era una de esas tías que se lían con el primero que pasa. Yo la tengo vista enrollarse con cinco tíos en la misma noche.
Hasta ahí bien.
Despues me enteré, por la misma amiga que nos presentó, que ella estaba un poco "encoñada" de mí. Ahí fue cuando empezó a ponerme. Y mucho. Y yo, que soy muy de quedar bien, pasé de algo más, porque claro, liarme con una tía que se lía con el primero que pasa como que no.
Hasta ahí, regular.
Pero yo soy un peligro con el móvil y de borrachera aún le mandaba mensajes diciendole cosas como que me gustaba. Entonces ella, que erá muy de pantalones empezó a ir al bar enn el que yo trabajaba con unas minifaldas que yo solo podía mirar sus piernas. Ella sabía que a mí me encantan las minifaldas.
Hasta ahí, mal.
Mal porque ella, sin saberlo, me demostró que siempre he sido más de orgullo que de dejarme llevar y que, cuando no tenía novia, debería habérmela tirado cada vez que llevaba una de esas minifaldas, que llevaba para buscarme, y que yo tantas veces me imaginaba quitándole en mis fantasías sexuales.
Pero hoy me he dado cuenta de que la intencionalidad es la de contar cosas que por pura cohibición no puedo contar.
Tengo novia desde hace tres años y soy feliz, pero hay varias fantasías que no puedo contarle porque son fantasías que no le puedes contar a tu ovia.
Una de ellas es Maria. María es una chica con la que me lié hace ya varios años. No la conocía de nada, una amiga me la presentó y me lié con ella.
Hasta ahí muy bien.
Salvo que luego descubrí que era una de esas tías que se lían con el primero que pasa. Yo la tengo vista enrollarse con cinco tíos en la misma noche.
Hasta ahí bien.
Despues me enteré, por la misma amiga que nos presentó, que ella estaba un poco "encoñada" de mí. Ahí fue cuando empezó a ponerme. Y mucho. Y yo, que soy muy de quedar bien, pasé de algo más, porque claro, liarme con una tía que se lía con el primero que pasa como que no.
Hasta ahí, regular.
Pero yo soy un peligro con el móvil y de borrachera aún le mandaba mensajes diciendole cosas como que me gustaba. Entonces ella, que erá muy de pantalones empezó a ir al bar enn el que yo trabajaba con unas minifaldas que yo solo podía mirar sus piernas. Ella sabía que a mí me encantan las minifaldas.
Hasta ahí, mal.
Mal porque ella, sin saberlo, me demostró que siempre he sido más de orgullo que de dejarme llevar y que, cuando no tenía novia, debería habérmela tirado cada vez que llevaba una de esas minifaldas, que llevaba para buscarme, y que yo tantas veces me imaginaba quitándole en mis fantasías sexuales.


0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home