Vuelvo a las andadas

Hace tiempo que no escribo en este blog y ya nadie lo lee.

Pero hoy me he dado cuenta de que la intencionalidad es la de contar cosas que por pura cohibición no puedo contar.

Tengo novia desde hace tres años y soy feliz, pero hay varias fantasías que no puedo contarle porque son fantasías que no le puedes contar a tu ovia.

Una de ellas es Maria. María es una chica con la que me lié hace ya varios años. No la conocía de nada, una amiga me la presentó y me lié con ella.

Hasta ahí muy bien.

Salvo que luego descubrí que era una de esas tías que se lían con el primero que pasa. Yo la tengo vista enrollarse con cinco tíos en la misma noche.

Hasta ahí bien.

Despues me enteré, por la misma amiga que nos presentó, que ella estaba un poco "encoñada" de mí. Ahí fue cuando empezó a ponerme. Y mucho. Y yo, que soy muy de quedar bien, pasé de algo más, porque claro, liarme con una tía que se lía con el primero que pasa como que no.

Hasta ahí, regular.

Pero yo soy un peligro con el móvil y de borrachera aún le mandaba mensajes diciendole cosas como que me gustaba. Entonces ella, que erá muy de pantalones empezó a ir al bar enn el que yo trabajaba con unas minifaldas que yo solo podía mirar sus piernas. Ella sabía que a mí me encantan las minifaldas.

Hasta ahí, mal.

Mal porque ella, sin saberlo, me demostró que siempre he sido más de orgullo que de dejarme llevar y que, cuando no tenía novia, debería habérmela tirado cada vez que llevaba una de esas minifaldas, que llevaba para buscarme, y que yo tantas veces me imaginaba quitándole en mis fantasías sexuales.

Defectos Personales

Defectos de los que me doy cuenta y que lucho (con más o menos éxito) por cambiar:

1. Soy Vago. La ley del mínimo esfuerzo es una máxima en mi vida. A veces paso días enteros sin hacer nada.

2. Soy bienpensado. No tengo tendencia a sospechar. Esto no es malo en sí pero es que soy demasiado.

3. Soy un poco bipolar: a veces hablo mucho y otras me paso horas callado. Mi novia odia esto.

4. Tengo la piel demasiado blanca para mi gusto.

5. Soy tímido para según qué cosas. Por ejemplo para hablar con una chica con la que tengo intenciones; si no las tengo, no soy tímido.

6. Me cuesta un horror pedir favores o decirle algo a alguien que sepa que le vaya a molestar. Aunque sea por su bien.

Por supuesto que hay más, pero estos son los que más odio.

Corazones Rotos

En los aproximadamente 12 años que me llevan interesando las mujeres, tres de ellas han conseguido realmente romperme el corazón. Se podría decir que cada cuatro años una princesa me hace odiar a las mujeres.

La primera fue en el instituto. Dos o tres cursos de pleno enamoramiento por mi parte y de plena indiferencia por la suya. Se limitó a rechazarme en un par de ocasiones mientras yo trataba de conseguirla por activa y por pasiva. Era guapa, pero creo que no tenía nada más. Ni siquiera llegó a aceptar un beso mío. De ella aprendí que si alguien no tiene el más mínimo interés en tí, lo mejor es olvidarse.

La segunda fue recien llegado a la universidad, y fue la primera novia medio seria. Estuvimos juntos 6 meses, me dejó y traté por todos los medios de recuperarla. Lo conseguí, pero al poco tiempo me volvió a dejar. Aprendí a superar las rupturas.

La tercera era la novia de uno de mis mejores amigos. La vida da muchas vueltas, y nos hicimos "amigos especiales". Yo estuve años enamorado en silencio esperando mi oportunidad. Fue mi novia durante aproximadamente 4 horas (por circunstancias que explicaré en futuros post). De ella aprendí a morir sin perder la vida, a controlar las emociones y que nunca viene mal desconfiar un poco de tu chica de vez en cuando.

La Peligrosa

La Peligrosa. Así bautizaron mis amigos a la única chica que he conocido vía internet. Empezamos a hablar y a hablar y llegamos a coger una confianza tal vez preocupante a través del teclado, hasta que, finalmente, decidimos conocernos, movidos por la curiosidad y porque el halo de misterio que nos envolvía a cada uno nos llevaba cada vez más a pensar en un posible despertar de sentimientos que, gracias a dios, no sucedió.

Nos conocimos cierta noche. Lo cierto es que ella me cayó muy bien. Me hizo gracia. Era simpática y agradable. Y como ya había visto por su hablar, muy inteligente, me hacía pensar. Pero en ningún momento me sentí atraído por ella (peligrosa viene por peliroja pasadita de kilos, lo que no me justifica, pero en cierto modo aclara) Cierta decepción (tras conversaciones muy prometedoras e íntimas a través del messenger)que ella no tuvo, al parecer. Lo correcto entonces sería tratar de distanciarse un poco sin perder la educación.

El destino es caprichoso y al poco, nos volvimos a encontrar. Ella se enfadó cuando vio que no la hacía demasiado caso, me hizo un feo que yo aproveché para estirar a muy feo. Así recibí mensajes y mails de tono enfurecido. No me sentí mal por aprovecharme de las circunstancias, porque ella cuestionara mi integridad como persona o porque, simplemente, podría haberle hecho daño a alguien.

Me senti mal porque no me gusta mirar a nadie desde arriba.

Breve sinopsis de la trama problematica

Hace algo más de un año que conocí a "ella". Fue en una fiesta, en casa de un amigo. Luego fuimos a varios bares en los que no paramos de hablar en seis horas. Ya era tarde cuando nos besamos. Nos fuimos cada uno a su casa y no nos vimos en un tiempo.

Pocos meses despues nuestros caminos volvieron a encontrarse y decidimos, a pesar de la distancia que nos separaba, comenzar una relación. Nos queríamos y, durante meses, fuimos felices. Hasta que otra chica me hizo dudar. Lo pensé durante un tiempo y finalmente la dejé. Elegí la otra. Me equivoqué. Así, volví con "ella". Y ahora volvemos a ser felices.

Ella me quiere y no entiendo por qué. Ella es un encanto. Lo tiene todo y solo quiere hacerme feliz, sin condiciones. Me siento mal porque puede parecer que solo he vuelto con ella porque con "la otra" salió mal. Pero no es así. Con "la otra" salió mal porque no era "ella".

Necesitaba decírselo a alguien.

Y la luz se hizo...

Lo primero, supongo, sería presentarse. Dado que prefiero mantener mi anonimato, resumiré la presentación a decir que soy un veinteañero normal y corriente. No me gusta como suena, pero se puede decir mediocre. Así nos entendemos mejor.

Lo segundo, me gustaría explicar el por qué de este blog. Hace un par de años que tengo otro, escribo frecuentemente y el hecho de que lo lea gente conocida me limita mucho a la hora de escribir. No se puede hablar de cualquier cosa cuando sabes que lo puede leer tu chica o tus amigos. Es esa parcela la que pretendo cubrir con este blog, y quien quiera leerla, bienvenido sea.

Me imagino que como presentación será suficiente con esto. Quien quiera saber más, irá viendolo en los post próximos. Sobra decir que todo lo que escriba será real, salvo los nombres de personas que aparezcan, incluído el mío.

Y clickeé "publicar blog"...y la luz se hizo.